¿Qué significa ser madre?
Un placer reencontrarme con ustedes nuevamente. Continuamos disfrutando esta aventura, hermosa por demás, en la que una mujer pasa a convertirse en súper mujer cuando la naturaleza lo decide.
Y es que ser madre es la mejor bendición que cualquiera de nosotras puede experimentar, cuando Dios y los genes se juntan para traer a un hermoso y afortunado ser que nos convierte en la persona más feliz del mundo en los instantes que nos dibujamos en sus ojos. Pero ¿Acaso podemos definir lo que es ser madre? No tiene un concepto como tal, ya que es como el amor, algo efímero y que pocos pueden describir o contextualizar.
Sin embargo, creo que ser madre, de acuerdo a un concepto muy personal, por lo poco que he vivido hasta ahora, es una experiencia que nada puede igualar y si no, que lo digan aquellas que son madres de más de dos hijos y que son mucho más experimentadas que yo.
Ser madre es convertirse en heroína para que tu hijo (a) esté bien y que todo pase a un segundo plano, ya tus comodidades no importan, el sacrificio va de la mano con el amor, nada pesa, nada cuesta, aunque haya cosas que si duelan, por ejemplo, separarte de tu hijo (a) la primera vez, dejarlo mientras llora, regañarlo, separarlo de tu cama y cuando lo hacen llorar lejos de ti sin poderlo proteger.
Ser madre es hacer lo que sea por cuidarlo (a) guiarlo (a) es contemplarlo (a) junto a tu pareja y enamorarse de él cada vez que lo vez dormir, verlo (a) y preguntarte ¿Cómo pude hacer yo algo tan hermoso?
Ser madre es tener rutinas, adquirir nuevos hábitos que son para tu bebé, tus hábitos quedan en un segundo plano. Apenas te paras de la cama, el primer paso es el aseo de tu bebé que también debes alimentar primero que tú, darles sus vitaminas, cambiarles los pañales, hacerle los ejercicios y pasadas las horas debes también bañarlo primero que tú, los minutos pasan súper rápido porque ya no eres dueña de tu día a día (ni de tu cama, porque se adueñan de ella por completo) hay juguetes regados por todos lados y un gran portabebé ocupa la parte de atrás para que él o ella puedan ir cómodos y seguros. Ahora alguien más ocupa tu tiempo llenándote de sonrisas que arrancan suspiros y desaparecen el estrés.
Ser madre es una experiencia que te nutre y te llena de amor, un amor que se va recargando cada día más, cuando ves su carita. Que a pesar de las circunstancias te proporciona la felicidad necesaria para seguir.
Ser madre te hace crecer, te hace superarte a ti misma, te hace querer ser mejor persona cada día, te hace convertirte en una leona para defender tu cría y ser mucho más bondadosa, porque una vez que eres madre te conviertes en mamá de todos los niños del mundo, te puedes identificar con la preocupación de cualquier madre.
No es que sea una tarea fácil, nadie lo ha dicho, sin embargo, el ser humano vive en un constante aprendizaje, y más las mujeres, que somos totalmente versátiles a la hora de adaptarnos a una situación. Es así, que al presentarse el reto de ser madres, nos disponemos a aprender con la humildad necesaria, teniendo siempre en cuenta, que nuestras madres, comadres, amigas y hermanas, serán la pieza clave para aprender eso que desconocemos cuando somos primerizas, para llorar cuando sintamos que la carga es un poco pesada, para reír en medio de un café matutino mientras tu bebé llora y no te deja conversar plenamente en compañía de esa gran amiga, para saber que cada día es un regalo de Dios solamente por haber tenido la bendición de que alguien algún día pueda llamarte mamá. Por eso, ¡Ser madre es lo más bonito que te puede pasar para conocer la bondad de tu corazón!
Para mí, eso es ser mamá…
De esta manera me despido.
Y recuerda… Preocúpate por ser siempre una madre que nunca apague los sueños de tus hijos, déjalos soñar, déjalos volar.
Hasta un próximo biberón.
Jacmibel Rosas
La mamá Guapa y Apoyada.